Acerca de mí
​
Crecí en Buenos Aires, rodeada de arte e incursioné en casi todas sus formas.
La danza ha sido la pasión de toda mi vida hasta que hace unos cinco años puse las manos en la arcilla otra vez y desde entonces se ha convertido en mi principal forma de expresión artística.
Egresada de Filosofía y Ciencias de la Educación (Universidad de Buenos Aires), trabajé principalmente como profesora de español e inglés como segunda lengua, de danza contemporánea, de tango argentino y como danza terapeuta en Argentina, los Países Bajos, Bolivia y Canadá, donde vivo desde hace casi 20 años. Di mis primeros pasos como ceramista en en varios estudios de la ciudad y en la Escuela de Arte de Ottawa con Nadine Argo.
Fascinada con el modelado de esculturas cerámicas, he profundizando mi experiencia en el estudio de arte de mi hermana Teresa Abbate en Lago Puelo, en la Patagonia Argentina y en la Casa de la Cultura de Oaxaca, México. El ceramista argentino Pablo Ruiz, en su estudio Gente de Barro en Buenos Aires y también en línea, me guió en la creación de mis principales series de esculturas, me enseñó a crear mis propios esmaltes y me estimuló para que armara mi propio estudio en Ottawa. Tomé un curso de Paula Ferrante sobre Cerámica Precolombina en el Museo José Hernandez de Buenos Aires y, más recientemente, aprendí sobre forma y volumen, y empecé la aventura de crear mis propias terras sigillatas, de la mano del maestro español Miguel Molet. Actualmente asisto al taller de Débora Pierpaoli en Buenos Aires.
Trabajar con arcilla, es para mí, un reflejo y una reflexión juguetona de lo orgánico de la naturaleza y de la naturaleza humana. La maleabilidad y plasticidad de la arcilla hacen que se produzca una alegre conexión entre mi espacio interior y exterior. Dejándome llevar por el flujo de mi vida interior y respetando el propio llamado de la arcilla, dejo que en esa interacción, se produzcan mis piezas jugando con la gravedad, las formas geométricas y las texturas, que generalmente creo con elementos que encuentro en la naturaleza y que a veces intervengo.
Me gusta considerar a mis obras una invitación a disfrutar tomándose un momento para descubrir sus bordes, fuerza y suavidad, internándose en sus pasajes o sintiendo contención en sus cavidades.
​
